sábado, 16 de febrero de 2013

UN CAMINO MUY TRANSITADO. (Fototrampeo.)

  Los bosques asturianos son ricos en fauna autóctona. Cada noche, cada amanecer o cada atardecer, utilizan sus "pasos" o senderos para desplazarse por el monte. Estos, suelen ser transitados por varias especies. Distintos rastros  de animales se pueden observar en caminos como éste. Quien motivó la colocación de la cámara en este "paso" fue el protagonista del anterior vídeo, el lobo y que ocupa unos fugaces segundos en éste otro. Las imágenes también nos dan una idea del comportamiento de cada uno de los animales que salen retratados; la curiosidad del "raposo", la tranquilidad o la celeridad de algún jabalí y la desconfianza del lobo con su característico trote lobero que casi no da tiempo a ser inmortalizado. Observamos como se desplaza por el bosque dando una sensación de persecución continua, que aunque en ese momento no se produce, nos transmite esa cautela pareciendo conocedor de ella. La cámara no emite ruido ni señales luminosas, pero él, al contrario que sus "vecinos"  no se detiene, puede que mi aroma humanoide aún siguiera en el ambiente... 

  Aquí os dejo estas imágenes de mi objetivo indiscreto de montaña de estos animales que me apasionan y que viven tan cerca de nosotros, muchas veces  tan desconocidos y también difamados. Ellos son animales salvajes, por lo tanto nadie les alimenta y su vida transcurre buscando alimento para ellos y para su prole, por ello en ocasiones entran en conflicto con intereses humanos,  los cuales interpretamos como un ataque directo "humanizando" su comportamiento como dañino, comportamiento que ellos no conocen , simplemente  sobreviven y nosotros las personas, como seres "superiores" deberíamos tomar otra conciencia e interpretar estas incursiones en nuestras "propiedades" como lo que en realidad son, comportamientos animales destinados a la supervivencia. 


  Recomiendo ver el vídeo en tamaño pequeño ya que las imágenes de la cámara al ser con infrarrojos y nocturnas, no son de buena calidad y a un tamaño mayor pierde mucha nitidez.





lunes, 11 de febrero de 2013

Observar sin ser visto. (CAPREOLUS CAPREOLUS)


  Observar sin ser visto o detectado... Difícil tarea cuando el protagonista  es un animal salvaje en su medio. Los mamíferos silvestres además de especialistas en pasar desapercibidos, poseen unos desarrollados sentidos del olfato, oído o vista que les permiten anticiparse a la presencia  del torpe ser humano y en ocasiones  a sus depredadores naturales. Este joven corzo, pastaba plácidamente durante los primeros instantes de luz de esta invernal mañana   asturiana. Aún se percibe la mojadura en su pelo,  la lluvia había cesado tan solo unos instantes antes de la toma de esta imagen.





 El duende del bosque no era conocedor de la indiscreción del curioso fotógrafo... Nadie le molestaba, ni otro congénere... Ni si quiera el fuerte sonido del obturador de mi cámara alteraba su "desayuno". El viento no cesaba y eso precisamente impedía la localización del intruso humanoide por olfato u oído.