lunes, 27 de agosto de 2012

El tesoro vivo asturiano... (URSUS ARCTOS CANTÁBRICUS)

  Cuantas veces he oído tu nombre... Cuantas noticias, reportajes o artículos he visto o leído de tu delicada presencia en nuestros bosques... Oso pardo cantábrico, el mito en nuestras montañas, el icono de la fauna asturiana.
   Pocas cosas puedo decir del "osu" que ya no se sepan, aunque alguna repasaré, empezaré por recapacitar  por  qué este gran omnívoro nos transmite tanta ternura y admiración; y creo que nuestra cultura y nuestras costumbres, nos conducen subliminalmente a este sentimiento de afecto a favor del gran animal... Quien no ha tenido un osito de peluche o ha visto dibujos o cuentos con este peludo grandullón como protagonista, desde niños miles de publicaciones nos transmiten que el oso es un buen animal y nos graban en el subconsciente un sentimiento de fraternidad, con el que estoy completamente de acuerdo. Desde de crío soñaba ver un oso incluso soñaba con haberlo visto... El pasado viernes y compartiendo el momento con mi gran amigo Gustavo Amandi, el oso cantábrico se cruzó en mi vida...

  La excursión comenzaba a las 05:30 am, Gustavo y yo partíamos dirección Somiedo, nuestra ilusión o motivación, una vez más, verte... En tierras somedanas veíamos el amanecer ya desde nuestros puestos, desde una distancia más que prudencial y respetando los límites oseros, colocábamos el equipo de observación con dirección susceptible de ser visitada por algún plantígrado.



 Pasaban las horas, ni los prismáticos ni el telescopio nos brindaban la imagen, aunque disfrutábamos de la bonita mañana de agosto en estas montañas y observábamos a sus habitantes como el rebeco que nos regalaba preciosos momentos de observación, a medida que pasaban las horas, no podíamos reprimir cierto estado de frustración, ese sentimiento que te atrapa tantas veces en cuando decides hacer fotografía de fauna pero que jamás se acerca o ensombrece al momento en el que logras tu objetivo... Pasó la mañana, prácticamente no nos hablamos, buscamos y miramos, hacíamos nuestros relevos, para dar un respiro a nuestros ojos. Cuando dimos por finalizada la jornada de la matutina decidimos bajar a la "civilización" a reponer fuerzas, un reconstituyente menú somedano, nos daría energía para afrontar la segunda parte de la jornada "osera". En nuestro descenso detectamos los primeros indicios de su presencia:




  Excrementos de oso; su gran tamaño, la cantidad de pepitas  de "escuernacabras" (rahanmus alpinus) y la presencia de gran cantidad de pelo, sumado a la zona donde nos encontrábamos no dejaban ni la más mínima duda de la identidad de su autor. El "escuernacabras" es una planta que se da en las altas zonas rocosas de estas montañas asturianas y que tiene un fruto parecido al arándano que está en estas fechas maduro y óptimo para su consumo y por el que el oso tiene cierta debilidad y come compulsivamente. 

  Como decía; Gustavo y yo recuperamos fuerzas y tras un reconstituyente menú de la zona y un imperdonable momento de "meditación" volvimos a nuestros puestos a esperar la caída de la tarde, de nuevo nuestros indiscretos objetivos invadían a la distancia correcta, el territorio osero. La zona como no, en esta época, un canchal de piedras rodeado del atractivo e irresistible escuernacabras. Y para delirio de nuestros sentidos, no tardaron en aparecer...



  Una joven hembra con una cría de este año deleitaban con su presencia. Ella un poco más arriba con un gran collar de pelo más claro y tras sus pasos el pequeño e inquieto esbardo que imitaba a la perfección los movimientos de su madre.  Indescriptible momento nos regalaba el tesoro vivo de nuestra tierra... Las fotos son de malísima calidad, la distancia era realmente generosa, es decir la correcta, nuestro innato egoísmo humano nos llama a la proximidad, pero para disfrutar de la presencia del gran mamífero en nuestras montañas, el respeto debe ser máximo... Ellos ignoraban nuestra presencia, aunque mi objetivo no llegaba a inmortalizar estas imágenes con corrección, el telescopio nos brindaba unos espectaculares momentos y observamos durante más de 25 minutos como interactuaban este binomio familiar. 

  
 Haciendo un esfuerzo para detectar al animal en la foto y veremos a la cría en la parte central caminando hacia la derecha.


  En las imágenes que muestro a continuación, podemos ver a la hembra, recomiendo pinchar en la fotografía y verla en su máximo tamaño. La osa aparece en la parte central de la imagen, le apreciamos un gran collar de pelo más claro que nos da una idea de que es un ejemplar joven, ya que aveces esta tonalidad más clara aparece en ejemplares de poca edad y se le suele quitar con los años.







  Casi media hora de observación, a nuestra, vera un guarda del parque con su telescopio, aficionados y un hombre de la zona de avanzada edad, cada uno contaba sus experiencias y conocimientos sobre el oso, nos alimentábamos unos de los otros de aquellas sensaciones y vivencias, esos momentos  que ya nunca olvidaré...  










 Como decía; inolvidables momentos los vividos este fin de semana. Observar a este vigoroso animal 100% libre es impresionante. Somos afortunados de tenerlos entre nosotros. Espero que sigan ahí siempre. Gracias a las asociaciones conservacionistas, naturalistas, ecologistas y muchas personas más involucradas en este proyecto de vida, el oso pardo cantábrico aún existe. Y observarlo a cierta distancia y sin molestarlo, como veis es posible. Hemos coincido con muchos observadores en esta jornada y salvo el guarda del parque, ninguno era asturiano, esta afición parece más extendida fuera de nuestras fronteras. Es una nueva opción de turismo, que con la educación adecuada es positiva para nuestra provincia

sábado, 11 de agosto de 2012

La comunidad del raposo.Vulpes, vulpes (Fototrampeo)

 En esta ocasión os muestro un montaje de varios vídeos con secuencias de un grupo familiar de "raposos" durante su frenética actividad nocturna. La familia de zorros consta de cuatro miembros, siendo dos de ellos los progenitores y los otros dos las crías ya bastante creciditas. Aunque fijándose bien se pueden apreciar las diferencias físicas con sus padres, son muy parecidos en cuanto a tamaño se refiere. Las imágenes no son de gran calidad ya que están hechas con una videocámara de fototrampeo, que graba en la oscuridad y se activa mediante sensores de movimiento. De otra forma  sería imposible acercarme  tanto a ellos. Intentaré hacerles fotos con la cámara reflex, pero sus costumbres nocturnas me lo ponen realmente difícil.

  Los astutos cánidos se muestran con su pelaje de verano, no están en su mejor momento "estético" pienso que durante el invierno con su denso pelaje son bastante más bonitos. 

  El fototrampeo es una técnica interesante, como antes comentaba no aporta imágenes de calidad, pero muestra  secuencias del comportamiento animal, permitiendo así conocer sus costumbres. Con un previo reconocimiento de la zona; detectando huellas, excrementos y demás rastros que puedan dejar los animales y como no un poco de suerte, no es complicado "capturar" la intimidad de animales salvajes en libertad... Un "aliciente alimenticio" evidentemente hará que el  animal pose exactamente delante del objetivo de la cámara. 

  Esto es lo que sucedió aquella noche veraniega de la primera semana de agosto en algún lugar de nuestra tierra asturiana... 

  Gracias Marie Lease por la información y tu imprescindible colaboración. Seguiremos trabajando...